COMENTARIOS FINALES
El periodismo en Piura representa la historia de una institución en
permanente estado de evolución y progreso tanto en su aspecto material como en
el ideológico.
Es el espejo donde se refleja la vida piurana a través de los siglos, de
sus ciclos evolutivos y de la realización de su acontecer diario. Todo lo que
se dice (opina e informa) y también en lo que se silencia; en suma, toda la
miseria y la grandeza de Piura, de sus ciudades y de sus gentes, se hallan
indelebles en las páginas escritas de sus múltiples publicaciones.
Tomando el significado en su sentido más amplio (carece de base solida
la afirmación de que sin imprenta no hay periodismo, pues en las ciencias
sociales sabemos distinguir una institución perfeccionada de sus gérmenes
primitivos, los chasquis en el presente caso) consideramos que el periodismo en
Piura se remonta a la lejana época incaica, y a la cultura tallan que
floreciera en lo que hoy es el departamento de Piura, Tumbes y extremo sur del
Ecuador.
Los Cronistas de la Conquista “Periodistas sin periódico” fueron los
primeros en dar a conocer al mundo occidental la Región Tallan. Sin embargo, la
auroral tinta de imprenta piurana ha de aparecer 7 años después de proclamada
la Independencia del Perú con “El Botafuego” (1828). A través de todas sus
épocas el periodismo piurano se ha desenvuelto como “Hazaña y gesto de
libertad”.
Mientras que el periodismo del siglo diecinueve en Piura se caracteriza
por su tono panfletario y reducido tiraje, en este siglo –sin que hayan
desaparecido totalmente los defectos de la anterior centuria- la presencia del
escritor Enrique López Albújar, quien desde “El Amigo del Pueblo” inicia una
tónica periodística antifeudal y de apoyo al sector explotado, marca la
acentuación del periodismo de tipo político e ideológico.
“El tiempo” (1916), “La Industria” (1918) y “Correo”(1962), son los tres
grandes diarios de Piura, técnicamente a la par con los mejores diarios del
resto del Perú con tirajes que oscilan entre los diez mil y veinte mil
ejemplares diarios. De los dos últimos nombrados –“La Industria” desapareció en
1974- hemos de señalar que se trata de empresas asentadas en Piura,
pertenecientes a las cadenas diaristicas de las familias Cerro y
Banchero-Agois; “El Tiempo” si es un diario auténticamente piurano, de marcada
tendencia en la defensa de los intereses agrarios.
Es importante anotar que en la década del 50 se editaban cuatro diarios
en la capital departamental y que hoy solo se publican dos. Significa que ha
triunfado –como en el resto del mundo- la concepción del periodismo como gran
empresa. Pero esto no ha redundado en la mejora económica de los hombres que
trabajan en las empresas periodísticas, pues su salarios apenas superan el
sueldo mínimo, y las corresponsalías de los diarios limeños son mal pagadas,
con cifras que no corresponden a un profesional, lo cual redunda negativamente.
La influencia y difusión de “El Tiempo” se extiende hasta el departamento de
Lambayeque, quien junto con “Correo” de Piura copa a la masa lectora del
departamento de Tumbes, que no cuenta con ningún diario. Piura es el faro
periodístico del Norte peruano.
“El Norte” es el único diario que se edita en las provincias de Piura,
contando Sullana con publicación regular desde hace medio siglo. Los intentos
de implantar periódicos en el resto de las provincias piuranas fracasaron por
la pequeñez de las empresas periodísticas y por la eficiencia informativa de
los diarios editados en la capital departamental, servidos por una pertinaz
plana de corresponsales, mal pagados en su gran mayoría.
La ley de Profesionalización del Periodista-dada durante el primer
gobierno del Presidente Belaúnde (Ley 15630, del 28 de Setiembre de 1965)
benefició a una veintena de personas en Piura, algunas de las cuales no ejercen
realmente funciones periodísticas. Tanto la FPP, y más la ANP, prodigaron en
afiliaciones para la obtención de los títulos sin un examen detenido y
necesario. Esta afirmación es de más triste comprobación en otras
circunscripciones del país.
Prestigio y consideración social son las consecuencias positivas para
los periodistas, obtenidos mediante la Ley 15630. No así en su aspecto
económico, que dista de ser satisfactorio. La colegiación de los periodistas ha
venido a cumplir con otra necesidad del gremio, para cuidar la orientación
ética y los excesos de sus colegiados, así como para velar en la defensa
gremial y el mejoramiento de la condición social y económica del comunicador
social.
El funcionamiento de la Universidad de Piura del Programa de Ciencias de
la Información, constituye el principal hito pedagógico que señala la
desaparición del empirismo periodístico, para reemplazarlo por la formación
académica y la profesionalización del comunicador social.
El estímulo a la prensa provinciana (cada ciudad debe contar con sus
propias publicaciones) debe ser iniciativa pública y privada. En la “prensa
chica” (radioemisoras, semanarios, revistas) reside el germen para el impulso a
las grandes transformaciones que son reclamadas por las mayorías
nacionales.
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